De tus dedos la melodía que haces sonar en esa guitarra que se funde en tus brazos y juega a enamorar
de tus manos la magia de crear armonías de colores.
de tus pensamientos, de tu alma; de tu espíritu, esa habilidad majestuosa de combinar las letras en una danza. Tan perfecta como esa sonrisa que cautiva maratones de pupilas
de ti, en resumen, me guardo tu esencia en una cajita de cristal
donde están mis más preciados tesoros.