Vivimos mejor cuando somos reflexivos y amigos de practicar el sabio dicho "Conócete a ti mismo". Afortunafos nosotros si reconocemos que hay que cambiar y que no es un acto sencillo ni mágico.
Felices nosotros cuando buscamos ayuda en vez de refugiarnos en expresiones pobres como: "No necesito ayuda... No tengo tiempo... Nadie me quiere ayudar".
Dichosos nosotros si buceamos en el inconsciente. A veces es mas poderoso que la voluntad.
Los cambios no se logran con vanas promesas. Así corrigen los deportistas sus falencias despues de pacientes y largos entrenamientos.
Cuántas energías, cuánto tiempo y cuántas ayudas emplean los que prometen: "Voy a cambiar".
Felices nosotros y nuestros seres queridos si luchamos por cambiar. ¿El secreto? Práctica. Práctica. Práctica.