domingo, 22 de diciembre de 2013

¿DE QUÉ TE PREOCUPAS?



El otro día estaba platicando con una amiga y me contaba que estaba muy preocupada porque tenía demasiados problemas económicos y no sabía como salir de ellos, debía pagar la renta, tenía deudas atrasadas en su tarjeta de crédito, le debía dinero su familia, etc. Todo esto le estaba comenzando a causar serios problemas emocionales pues ya no dormía bien, estaba cansada durante el día, se molestaba por cualquier cosa, lo que a su vez comenzó a crearle conflictos con sus compañeros de trabajo y su pareja. Incluso en una ocasión llegó a gritarle a su asistente porque derramó una taza de café en el piso.

Después de un rato de estar hablando con ella le dije “bueno, ¿y qué has solucionado con tantas preocupaciones?”… después de unos segundo de reflexión me dijo que absolutamente nada, al contrario, lo que había logrado era crear más problemas.

Le sugerí que lo primero que debía hacer es pensar que es lo peor que pudiera pasar si no lograra pagar todas sus deudas y me dijo que le cancelarían sus tarjetas, que probablemente tuviera que dejar el lugar donde estaba viviendo para cambiarse a otro sitio más modesto y que tal vez su familia se llegaría a molestar con ella por no poder pagarles en la fecha que habían acordado anteriormente. Por increíble que parezca después de analizar lo peor que le pudiera suceder, la expresión de su rostro cambió, pues se dio cuenta que no era tan malo. Con esto logro calmar sus nervios y aclaró su mente para buscar soluciones a sus problemas, se dio cuenta que se estaba ahogando en un vaso de agua y que por lo que la situación que estaba viviendo es de lo más común.

Un mes después me la encontré por la calle y le pregunté que como iba con sus deudas. Me platicó que buscó un sitio para vivir más económico, aunque más agradable y además estaba a unas calles de su trabajo, por lo que no debía gastar en transporte, ya había pagado la mitad de su deuda en el banco, que había hablado con su familia para aplazar el pago de su deuda y que lo tomaron bastante bien (y ella que estaba preocupada porque pensaba que se iban a molestar). Como ya estaba durmiendo bien, no se sentía agotada durante el día así que habló con su jefe para que le diera algunas horas extras y así ganar más dinero, cosa que el aceptó con gusto. Se dio cuenta de que lo peor que podía pasar nunca sucedió.
Problema solucionado.

Seguramente tu también has pasado por situaciones similares en las que los problemas no te dejan ver la solución… relájate, tómalo con calma, DESPREOCÚPATE Y OCÚPATE.
 
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